Volvíamos hacía Villaviciosa. A última hora, justo en el desvío de la autopista, tomamos rumbo oeste y nos dirigimos hacia Candás. Al final, aterrizamos en la ciudad residencial de Perlora.
En un día precioso, sin apenas gente, desde la plataforma superior sobre la playa, pintamos playa y costa.
Solo se conserva la acuarela de Guillermo, porque la de Tino y la de quien esto escribe tuvieron la fortuna de ser vendidas casi sin terminarlas. Como todas las nuestras, al mismo precio, por importe cero. Pero, lo agradecidos que quedaron los chavales del Salvamento, tampoco tiene precio.
Guillermo
Playa de Carranques
Alfonso
La otra playa de Perlora
Tino
Otra playa